Una oportunidad para la cultura y la tecnología que hay que aprovechar

Desde niño he escuchado, y ya de mayor he seguido escuchando o leyendo en infinidad de ocasiones, que de toda gran crisis surgen grandes oportunidades. No me refiero a las de los oportunistas que, como buitres, esperan escondidos las desgracias ajenas para sacar tajada. Me refiero a nuevos descubrimientos, grandes o pequeños, que cambian la vida de una o varias personas, de grandes colectivos o de sociedades enteras. Y este covid que nos ha tocado vivir está sirviendo para ello.

Es el covid de la cultura, que saca a multitud de artistas y creadores a los balcones o terrazas de sus casas para dar, en abierto, lo mejor de sí. El covid está haciendo que miles de personas descubran a esos artistas, que se acerquen a la música por una simple canción; a la literatura, por un cuento, un soneto o un verso, y a las expresiones gráficas de la pintura o la fotografía.

También es el covid que, irremediablemente, ha unido la tecnología a la cultura, que ha puesto las artes más 'on line' que nunca, que las ha democratizado y expandido como jamás había ocurrido y que nos está mostrando, más que nunca, buenas creaciones, incluso en el difícil arte de la comunicación.

Ahora solo falta crear las sinergias necesarias para que esos vínculos no se rompan, no desaparezcan y que la cultura no pase por un periodo oscuro por la culpa de la crisis económica que ya tenemos encima. Gracias a los artistas que se muestran, a quienes los consumen y a los que los potencian desde cualquier medio.