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Un Sant Jordi de valores cooperativos

Una pareja de enamorados paseando por el centro de Barcelona.

Una pareja de enamorados paseando por el centro de Barcelona. / RICARD CUGAT

Me hubiera gustado que fuera un relato corto. Era inmensa. Aquella reja empezó a deslizarse hacia un lado, pasamos y volvió a cerrarse. Luego otra igual hizo lo mismo y nos dejó penetrar a la zona verde. Un sauce llorón inmenso capitaneaba aquel espacio, aunque justo al entrar había una especie de porche y en una de las paredes, a modo de mural y relacionado con las personas con discapacidad, se podían leer infinidad de frases: "mi ignorancia es tu discapacidad", creo que decía una. José  Luis, que no se despegó de nosotros, nos fue informando durante las cinco horas de la actividad del centro, la zona verde, dos hectáreas más o menos, cubiertas de un césped natural al que los dientes de león, el llantén y las malvas le daban un colorido especial, olivos, un cerezo, según nuestro guía cuando se jubila alguien plantan un árbol en su honor.

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Nos acercamos a comprar una pulsera a una parada y al pagar nos advirtieron que con dinero no podíamos, que teníamos que ir a al banco a cambiar euros por su moneda. Una tómbola hecha con una llanta de bicicleta, una parada de libros, otra de manualidades hechas con material reciclado, rosas de papel, un sinfín de experiencias donde Neus, Cristian, Marta, Edith y yo, instruidos por nuestro guía, y a veces por algún que otro joven interno, cambiamos el dinero por obras de arte hechas por ellos. Ah, también había una jaima árabe, donde tomamos té y pastas, luego, el centro nos invitó a un vermut y la comida compartida con los chavales. Total, un día de Sant Jordi tan especial como pedagógico, un día inolvidable del que me hubiera gustado que todo aquello solo hubiera sido relato corto inventado.

La dureza del recinto esconde tras aquellas rejas a jóvenes heridos por las consecuencias de una globalización emponzoñada. Unos días atrás me comentaron en Ecom si me gustaría ir a pasar el día de Sant Jordi al Centre Educatiu L'Alzina, donde ponían punto y final al proyecto 'L'Alzina Solidària', ya que este año Ecom había sido la entidad escogida para que los jóvenes internos se acercaran y se fomentaran los valores cooperativos.

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