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"El turismo de masas también promueve el consumo de productos de proximidad"

Valle de Arán, el alma de los Pirineos

Valle de Arán, el alma de los Pirineos

A veces, y más cuando se acerca la temporada estival, hay un comentario frecuente sobre el turismo de masas y a menudo 'low-cost' que llega a la costa en busca de sol y playa: "Esto que hacen aquí no lo hacen en sus sitios de origen" o bien "aquí se comportan así, pero allí esto no lo hacen". A nadie le queda ajeno el comentario.

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Escribo esta carta desde mi residencia en un pequeño pueblo de los Pirineos catalanes. Este ha sido el primer fin de semana de desconfinamiento comarcal y hemos vuelto a recibido un turismo que esperábamos como agua de mayo. Había cola para entrar en la carnicería, cola para entrar en la panadería, cola para entrar en la pequeña tienda de alimentación, cola en el restaurante... Y aunque parezca que no, la postal, al menos para mí, era bonita. Porque sí; porque estas son las colas que llevábamos tiempo esperando y que, con excepción de navidad y semana santa, habían sido una completa rareza.

Es extraña la similitud, y por supuesto parto de la premisa de que es una generalización muy amplia, pero por dentro he pensado: "Estos barceloneses en el pueblo son como el turismo de masas en las costas baleares: hacen aquí lo que no hacen en sus sitios de origen". ¿Y qué es eso que hacen aquí y no hacen en la ciudad? simple: comprar local. De proximidad. Consumir productos de cercanía.

Es cierto que los productos del Pirineo tienen una calidad muy buena que sin duda hay que promover y consumir pero, en el sentido más técnico de la frase, los productos del Pirineo no son una rareza. No son algo extraordinario. En el Baix Llobregat, en el Vallès Oriental y Occidental, en el Maresme e incluso en el propio Barcelonès también hay productores locales y tiendas de proximidad que necesitan que no nos olvidemos de ellos. Que necesitan que también hagamos colas por ellos.

Es maravilloso volver a movernos sin restricciones y fomentar el turismo local. En cierto modo, la sostenibilidad de este acto también pasa por seguir consumiendo local al volver a casa.

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