Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Todo vale en política

Artur Mas, tras salir del Tribunal Supremo, en febrero del 2018.

Artur Mas, tras salir del Tribunal Supremo, en febrero del 2018. / JOSÉ LUIS ROCA

"En el mundo de la política hay un componente simbólico y estético", decía Artur Mas en una entrevista, después de declarar este martes en el Tribunal Supremo. Lo que no se ha molestado en aclarar es si es ético. Parece que eso no importa.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

No importa si la Declaración Unilateral de Independencia del pasado 27 de octubre estuviera pensada solo para quedar bien posicionados ante la opinión pública, y si eso hubiera supuesto algo más que una exageración y pudiera llegar a entenderse como un engaño, tal y como explica el propio Mas. No importa si los mismos que proclamaban la independencia supieran que no tenía recorrido alguno.  Tampoco importa si la ciudadanía realmente creyó aquello que le estaban contando. Ni si en  Catalunya muchos vivimos esas horas, días y semanas con una angustia creciente que no nos abandonaba ni de noche ni de día. Nada importa.

Lo estaba escuchando y no daba crédito. ¿Qué está pasando en la política hoy para que todo esté permitido? ¿Qué clase de bula piensan los políticos que tienen para exagerar, falsear, desdecirse y hacerlo todo sin despeinarse? Sin que se les pase por la cabeza una disculpa, una rectificación, un asumir las consecuencias y marcharse para casa definitivamente por no haber estado a la altura de las circunstancias. Por habernos complicado tanto la vida. Ellos que habían sido elegidos justo para lo contrario.

¿Qué está pasando para que ya nada nos escandalice? Para que hayamos normalizado faltar a la verdad, utilizar la política para hacer carrera profesional, para medrar e incluso, en algunos casos, para enriquecerse, y eso no lo castiguemos en las urnas.

Decía hace unos días Iñaki Gabilondo que la política nos ha perdido el respeto. Que los políticos se han olvidado que su razón de ser es la defensa de nuestros intereses, no de los suyos. Y por incomprensible que parezca, tal y como dice el periodista, "ocurre porque lo permitimos."

Participaciones de loslectores

Másdebates