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"Testigos de Jehová en Rusia, un triste realidad que no deberíamos pasar por alto"

Un policía ruso patrulla la Plaza Roja de Moscú, el pasado mes de mayo

Un policía ruso patrulla la Plaza Roja de Moscú, el pasado mes de mayo / EFE / SERGEI CHIRIKOV

La libertad y la seguridad son derechos fundamentales para cualquier ser humano, pero en ciertos países como Rusia no es así. Personas, seres humanos, están siendo perseguidos, encarcelados y hasta torturados por su ideología. Algo impensable en pleno siglo XXI está ocurriendo en uno de los países más desarrollados del mundo.

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Hace dos años en Rusia se tachó de extremista a la religión de los Testigos de Jehová. El extremismo suele estar asociado a seguir las ideas de uno hasta la muerte, justificando el uso de la violencia si es necesario. Sin embargo, si nos paramos a analizar las enseñanzas y el comportamiento de los Testigos de Jehová a lo largo de la historia nos encontramos con lo contrario: promueven como cualidad esencial el amor, defienden la importancia de seguir los principios de respeto que se encuentran en la Biblia y en ningún contexto justifican el uso de la violencia. De hecho, han sido y son encarcelados precisamente por negarse a ir a la guerra, ya que va en contra de sus principios cristianos.

Contradictoriamente, la Constitución rusa sí garantiza la libertad de conciencia. Sin embargo, son muchos los testimonios de Testigos de Jehová que han sido y son torturados por simplemente pensar y sentir de manera diferente, sin hacer daño a nadie. Una triste realidad que no deberíamos pasar por alto ni tolerar.

Se nos está olvidando aquello que nos diferencia de los animales: el amor, una cualidad que hoy en día parece estar en peligro de extinción. Valores como el respeto, la empatía, la paz, la imparcialidad y otros tantos necesitan ser recuperados. No nos olvidemos de que hoy son ellos los que están sufriendo, pero mañana si seguimos en el camino de la intolerancia seremos nosotros.

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