"Tengo un pulmón trasplantado y una salud muy delicada, pero tendré que salir a la calle"

Tengo 63 años, he dedicado toda mi vida profesional, desde que finalicé la carrera, a cuidar como médico de vocación a los demás. A causa de una fibrosis pulmonar necesité un trasplante pulmonar hace ocho años, me dieron la incapacidad permanente absoluta porque mi profesión me ponía en riesgo si seguía ejerciendo y por las secuelas posoperatorias. Sigo tratamiento con inmunosupresores y corticoides entre otros medicamentos.

Me vacuno todos los años contra la gripe, ya que cualquier infección, sobre todo en cuanto al tracto respiratorio, podría tener consecuencias catastróficas sobre mi salud.  Sigo las recomendaciones emitidas por el Ministerio de Sanidad  y la Conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya, recluido en mi domicilio.

Comienzo a notar la falta de productos de primera necesidad que, al no poder solicitar en línea, me obligará a desplazarme hasta el (o los) supermercado(s) para poder proveerme, todo ello sin poder beneficiarme (por no ser mayor de 65 años) de la 'preferencia' que algunos centros ofrecen para comprar de ocho a diez de la mañana.

¿De qué nos sirve a este colectivo que el Gobierno se vanaglorie de que los suministros esenciales estarán garantizados? ¿Para qué me recomiendan encarecidamente que no salga de mi domicilio, si después me obligan a hacerlo por pura necesidad a lugares donde hay mayor peligro de contagio? ¿Por qué no se ha tenido en cuenta el facilitarnos la dispensación de la medicación crónica, aunque fuera solo acudir una sola vez al mes a recogerla?

Que dejen los centros comerciales de jactarse de la ayuda a las personas mayores y los necesitados, porque es mentira, pues por internet, aparte de la demora sumamente exagerada y con servicio incompleto, actualmente es imposible pedir nada.