"¿Taxi o VTC? ¿Cuál es mejor para mi viaje?"

Parto de la base de que soy taxista y también ciudadano. Y digo esto porque también quiero lo mejor para mi ciudad. Nadie quiere volver a esos tiempos cuando entrabas en un taxi y la peste del taxista, el tabaco o el alcohol ya te echaban para atrás. Llevo seis años de oficio y qué vuelco ha dado el sector. Es brutal. Hoy veo a los compañeros limpiando sus coches todos los días (hablo en general). Hoy te ofrecen distintas rutas y tú las escoges, y si te equivocas te pasamos el taxímetro y corregimos la ruta para equilibrar el precio. Tienes aplicaciones y emisoras con las que cerrar precio, y algunos también cierran precio directamente si hablas con ellos. La amabilidad general es buenísima y es evidente que el precio no es desorbitado. Hay mejores y peores conductores, pero todos firmamos unas condiciones avaladas por una experiencia ante el volante de dos años mínimo, seis tests de 200 preguntas, la carencia de antecedentes penales y el graduado escolar mínimo.

En cuanto a mis servicios, a la gente les encanta entrar a mi vehículo, limpio y desinfectado. Y procuro ser agradable: te haré un par de preguntas para ver tu estado de ánimo y te ofreceré escuchar el tipo de música que más te agrade dándote a elegir entre diversos ritmos: pop, rock, música clásica, electrónica, flamenco, reguetón... El resto de detalles ya entran dentro de mi experiencia: volumen bajo, medio o alto, temperatura agradable... Por lo general a todos nos encanta cantar, así que trato de poner canciones antiguas que sean un clásico para que, al bajar del coche, el cliente tenga buenas sensaciones con la canción en su cabeza durante un buen rato.

La amabilidad y la simpatía procuran un buen servicio, un viaje seguro y tranquilo, ágil según el tráfico y sin enfrentamientos. Entiendo que no todo el mundo tiene la experiencia que yo puedo tener, puesto que son muchas horas al volante y muchas noches y días los que me avalan, motivo de más para ayudar otros usuarios.