"La suspensión de la Operación Paso del Estrecho, un nuevo chantaje de Marruecos"

El prohibir o no permitir que ningún puerto de España sirva de paso para la ida o regreso de los ciudadanos de Marruecos a sus poblaciones de origen, por parte de las autoridades de Marruecos, demuestra que lo de la entrada insensata y absurda de marroquís por la frontera de Ceuta y Melilla de hace unas semanas fue un chantaje en toda regla. Y esta acción es un nuevo chantaje. 

A Marruecos no le importó ni le importa utilizar a su población más vulnerable para conseguir su objetivo, que no es otro que que la UE reconozca que el Sáhara es de Marruecos. Pretende, con acciones dictatoriales, insensatas e irracionales que un acuerdo de la ONU sea revocado, y para ello utiliza a su pueblo. No es por causa de la pandemia, es por causas políticas y para demostrar, mediante el chantaje, que puede anexionarse un pueblo, que por decisión de la ONU debería ser libre o por lo menos poder decidir si puede ser una nación.

Marruecos no solo humilla, presiona e incluso denigra al pueblo saharaui, sino que ahora pretende, utilizando de forma descarada y denigrante a su propia población, hacerse con un estado que no le pertenece. Y lo peor es que se apoya de alguna manera en la última medida de Trump, por lo que es necesario que Biden tome partido y salga a la palestra para defender lo acordado en la ONU, como ya ha hecho la UE en la última crisis migratoria.

Marruecos no puede ni debe utilizar dictatorialmente el chantaje como medio, lo que debe hacer es dialogar y sobre todo cumplir los acuerdos. El pueblo saharaui tiene el derecho de poder elegir y ser un pueblo libre.