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"Los sufridos valencianos hemos de 'mojarnos'"

Dana en Valencia.

Dana en Valencia. / JM López

Octubre nos ha abierto la puerta al otoño. Nos despedimos aliviados de otro largo y tórrido verano, con anheladas temperaturas suaves y sus inevitables lluvias paradójicas. Sabemos que el agua, ese elemento bipolar que nos acompaña desde siempre, nos da la vida y, a veces, nos la quita. Y hemos heredado la costumbre de mirar al cielo y de echarle la culpa.

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Pero nuestras reiteradas y trágicas relaciones con el agua, nos deberían enseñar a cambiar la mirada. Aunque algunos no crean en el cambio climático que los humanos estamos acelerado, la evidencia es recurrente y tozuda: las lluvias en otoño, desde que tenemos historia y memoria, suelen inundar nuestra tierra y causarnos desgracias humanas y materiales.

Así que, los sufridos valencianos hemos de «mojarnos», en el sentido de implicarnos, tomar conciencia, colaborar, ser solidarios y exigir a nuestros gobernantes que tomen las medidas necesarias para encauzar y controlar esas lluvias torrenciales, asumir sus responsabilidades y no echarle la culpa a la sufrida naturaleza, que lo único que hace es responder a nuestras conductas irresponsables y egoístas con el medio ambiente.

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