S.O.S.: El ascensor de la calle Telègraf es una tomadura de pelo a los vecinos

Sí, una verdadera tomadura de pelo es el maravilloso ascensor situado entre la calle Sèrbia y la calle Brussel·les para evitar subir a pie la empinada cuesta de la calle Gènova.

Fue construido e inaugurado en febrero del año 2011 bajo el mandato del entonces alcalde Jordi Hereu. Gran alegría para los vecinos porque este barrio está lleno de cuestas y escaleras para llegar a los domicilios.

Los que más celebraron esta obra fueron la gente de la tercera edad que los pobres sufren mucho para acceder a los comercios de la avenida Mare de Déu de Montserrat donde están ubicados los supermercados, panaderías y otros establecimientos.

Se preguntarán ustedes el motivo de esta carta. Pues bien, no es otro para decir que este ascensor aproximadamente cada quince días se avería y que ya está bien. Hablo en nombre de mi madre que tiene 87 años y de los demás ancianos del barrio, puesto que cuando el ascensor se estropea se quedan sitiados y no pueden ir a comprar comida ni desplazarse al médico. La gente que va en silla de ruedas y los carritos de niño también resultan afectados.

El verano de 2018 el ascensor estuvo averiado 2 meses. Una vergüenza.

Exigimos al ayuntamiento de Barcelona que haga el favor de cambiar este ascensor por uno de una marca buena porque el actual es desastroso. Que se investigue el número de reparaciones efectuadas a lo largo de estos ocho años y verán que son numerosísimas. Se rumorea que la obra costó unos tres millones de euros. Por ese precio, la calidad del ascensor tendría que ser muy alta y no la que tenemos.