Soberbia y prepotencia de los tribunales españoles

Es curiosa la situación actual en Catalunya. Me recuerda aquel chiste del conductor que circula en dirección contraria por la autopista y se queja de que todo el mundo vaya en contra-dirección. Bélgica, Escocia, Suiza, Alemania... Ningún tribunal de estos países ve rebelión ni motivo de encarcelamiento para los parlamentarios independentistas. Quizá es que no tengan ni idea de lo que España entiende por democracia. Solamente lo saben los tribunales españoles que, además, se atreven a amenazar a los alemanes advirtiéndoles de que “no se vuelvan a equivocar” como, a su juicio, han hecho los tribunales belgas.

Soberbia, prepotencia, connivencia con los partidos de extrema derecha y con otro que no debería serlo, pero que hace tiempo ha perdido cualquier rastro de dignidad democrática y anda mendigando el voto tratando de ser todavía mas reaccionario que los demás. No tienen bastante con haber vencido que, no nos engañemos, han vencido por la fuerza de la violencia y de una justicia al servicio de la causa. Decía que no tienen bastante con vencer, quieren venganza y humillación cueste lo que cueste. ¡Ojo! La humillación de dos millones de almas se puede conseguir, pero el precio será extraordinariamente caro.

Mientras tanto, seguirán los encarcelamientos arbitrarios, multitud de figuras judiciales españolas e internacionales lo señalan, la ilegal negativa a que se forme gobierno, el odio hacia el color amarillo por lo que de espejo de su injusticia representa, etcétera. Y mientras tanto, la fuerza política que ha entrado en idilio con la FAES de José María Aznar, figura reconocida por su calidad democrática y porque la mitad del que fue su gobierno está acusado de corrupción, sigue diciendo que los independentistas rompen Catalunya. Tú, querido Albert, eres el separador.