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El síndrome de la risa nerviosa del inquilino

Un hombre observa un cartel de la manifestación contra los precios de los alquileres.

Un hombre observa un cartel de la manifestación contra los precios de los alquileres. / FERRAN NADEU

¿Conoce usted el síndrome de la risa nerviosa del inquilino? Es cuando el arrendatario cae en la cuenta de que en breve expirará su contrato de alquiler y de las consecuencias que va a acarrear en su vida. De manera extremadamente desproporcionada, los precios de los alquileres en Barcelona han incrementado un 24% en los últimos tres años, una cifra escalofriante para los 500.000 vecinos que viven en régimen de alquiler.  

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Cuando pensamos en el término 'desahucio', nos vienen a la mente los casos más mediatizados de endeudamiento por impagos de hipotecas en la época de la crisis de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, es el desahucio invisible el que actualmente está tomando más fuerza; son familias con empleo, que se topan ante una subida desmedida del precio del alquiler, viéndose indefensas frente el sumo propietario. La amalgama de miedo, incertidumbre y desamparo legal conlleva a la resignación silente del inquilino, con la final renuncia de su hogar. Tal situación se traduce en efectos nefastos en la salud física y mental de los afectados. 

Sin lugar a duda, apremia un cambio legislativo que priorice mayor estabilidad y duración de los contratos, así como un cambio de paradigma, en el que los propietarios entiendan la vivienda como lo que es; un bien de primera necesidad para todo ser humano, y no un negocio fiero y sin escrúpulos. 

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