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Sin la ley, la sociedad se derrumba

 Una pareja mixta de Mossos y Guardia Urbana, patrullando por Barcelona.

 Una pareja mixta de Mossos y Guardia Urbana, patrullando por Barcelona. / ARCHIVO / RICARD CUGAT

En todos mis años de servicio como mosso d’esquadra, con la experiencia que el día a día me ha dado, asisto asombrado al circo mediático en el que se nos ha colocado.

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Los mossos ante el 1-O

Lee las cartas enviadas por algunos agenes de la policía autonómica

Como cualquier otro de los pilares básicos de una sociedad, es esencial que el respeto a la Ley sea absoluto. Sin ley no podríamos vivir bajo unos mínimos estándares de confort y estabilidad, tan necesarios para el desarrollo de las sociedades. Las leyes, en el caso concreto de la policía, nos dan la seguridad jurídica necesaria para poder desempeñar nuestro trabajo, aunque a veces nuestra ética o nuestra moral nos dicte que, esa ley en concreto, puede que no sea todo lo justa que a nosotros nos pueda parecer.

No se trata de que los policías no tengamos opinión propia, pues todos la tenemos, y además de todos los colores y signos políticos. Sencillamente aplicamos aquellas leyes que el Parlamento, en representación de la sociedad, ha considerado que debían desarrollarse para implantar la justicia en nuestra sociedad.

Y es, sencillamente, por la absoluta escrupulosidad a la que debemos ceñirnos con respecto a las leyes, que todo el debate alrededor de la figura de la Policía de la Generalitat respecto al referéndum del 1-O, me parece absolutamente fuera de lugar.

Y ojo, esto no tiene nada que ver con mi opinión política al respecto, que la tengo. Pero sencillamente, tratar de crear unilateralmente unas leyes que se sobrepongan a otras, que entren en conflicto directamente con ellas, con el único fin de lograr un objetivo político, me parece altamente irresponsable. Y tampoco se engañen, no culpo al gobierno de la Generalitat, el cual ha cometido errores día sí y día también, sino al gobierno español, que no deja otra alternativa a muchos catalanes que sumarse a la vía independentista de la unilateralidad.

Igualmente me asombra que ciertos sectores del independentismo radical catalán exijan al cuerpo de mossos d’esquadra que ignoren las leyes españolas para ceñirse a las leyes aprobadas por el Parlament de Catalunya, cuando de forma sistemática, y sin esconderse, han criticado unas y otras en numerosas ocasiones, apadrinando graves episodios de violencia callejera, sobretodo en Barcelona, y vanagloriándose de ello.

Ante la irresponsabilidad de estos sectores radicales, y el irracional inmovilismo del Gobierno español, debe encontrarse una vía que permita a unos y otros emprender las acciones necesarias para que los agravios y las injusticias sean reparadas, dando una lección democrática a los inmovilistas y cuasi fascistas de ambos signos. Los cuerpos policiales, sean estatales o autonómicos, deben velar por la seguridad de las personas, y no convertirse en elementos coercitivos o intimidatorios en la actual coyuntura política. ¿Desean asegurar el éxito del referéndum en base a la existencia de un cuerpo armado que lo defienda?.

La policía garantizará que lo que sea delito el día 1 de octubre lo siga siendo el día 2, hasta que, de forma consensuada, no se decida que las leyes que nos rigen a todos deben ser cambiadas, por otras que permitan abrir nuevos espacios de debate político.

Entiéndanlo, no es por posicionarse a favor ni de unos ni de otros, es que sencillamente, sin la seguridad de la ley, la sociedad se derrumbaría sin remedio.

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