"Lo siento, Ruth Beitia, te admiraba pero te me has caído"

Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, y este caso es un claro ejemplo. La superatleta de pértiga Ruth Beitia, candidata a las elecciones autonómicas de Cantabria por el Partido Popular,  pronunció unas palabras como poco desafortunadas equiparando el maltrato animal con la violencia de género. Y no se trata de que el maltrato a los animales sea un cuestión baladí, todo lo contrario, sino que a cada cuestión se le aplica una normativa distinta y en función de la magnitud que socialmente se considera. Y aún así pienso que la Ley de Protección Animal debería ser más dura, más contundente.

Dicho esto, Beitia ha sido una gran atleta pero en política le falta un hervor, a pesar de llevar bastante tiempo como parlamentaria en el parlamento cántabro, y sobre todo, claridad en las ideas y en la utilización de los conceptos y terminologías para pronunciarse sobre determinados temas tan sensibles y escabrosos como es la violencia de género. Secundar según que discursos falaces como los de su jefe de filas (Pablo Casado) sobre este tema sin tener en cuenta sus contenidos y consecuencias, suelen convertirse en un boomerang.

Lo siento, Ruth, te admiraba pero te me has caído, no porque pertenezcas al PP ni mucho menos sino por tu condición de mujer, en primer lugar, y de un gran ser humano que muchos te creíamos por las hazañas deportivas que lograste durante tu carrera. Apela más a tus propios sentimientos -si es que son distintos a los expresados públicamente- y no tanto a la corriente demagógica que actualmente recorre la columna vertebral de tu partido, en connivencia con organizaciones ultras que desprecian los derechos de las mujeres.