"Señores políticos, ustedes siguen haciendo promesas que nunca se cumplen"

Los tiempos van cambiando, la moralidad desapareciendo y la comunicación entre las personas ya opta por el incómodo silencio, sin olvidar nuestro rico lenguaje, que también se ha deteriorado con la invención de los pronombres neutros. Hay cambios en duda, y tengo la sensación de que nuestro presente no deja de tambalearse haciendo del futuro un lugar incierto e inseguro.

Pero lo que no ha cambiado son los políticos, cuyo interés sigue siendo la codicia, el poder de estar en la cima, sin importarles en absoluto los ciudadanos, a los que ven como corderillos. En vez de gastar cientos de miles de euros (que saldrán de nuestros bolsillos) por unos pinganillos cuyo deber es traducir al castellano, idioma que todos hablamos, que piensen en cosas más serias como bajar los alquileres, ayudar a las familias que no pueden llenar la cesta de la compra, que regrese el buen servicio de la sanidad y que se dejen de ideas arcaicas, de batallitas con sus oponentes y que de una vez por todas piensen en nosotros, en este país, para que sea visto con respeto por Europa.

Ustedes siguen haciendo promesas que nunca se cumplen mientras se destrozan verbalmente unos a otros por querer ser Alfa. No, ustedes no han cambiado.