"Repartir culpas entre Sánchez e Iglesias es una evasiva"

Muchos echan la culpa a Sánchez e Iglesias de posibles elecciones por desacuerdo y es un argumento incomprensible. Primero, tras las elecciones de 2015 y la negativa de Rajoy de presentar candidatura al Jefe del Estado provocó que Sánchez, con el apoyo entonces de Ciudadanos, lo hiciera. Todos recordaremos que Iglesias no apoyó aquella investidura y que en junio se volvieron a celebrar elecciones. Rajoy acabó formando gobierno unos meses más tarde.

Tres años después estamos en la misma tesitura, solo que Podemos tiene menos votos e Íñigo Errejón se escindió con una candidatura distinta en las municipales. Aun así, Iglesias pide a Sánchez ministerios importantes como Hacienda y Seguridad Social. Carmen Calvo, con una lógica aplastante, les respondió que para tanto hay que ganar las elecciones. Y ahora, ¿repartiremos la culpa entre Sánchez e Iglesias? Es lo que se ha llamado toda la vida tirar por la calle de en medio.

Si Iglesias está inmerso en un segundo desacuerdo de investidura (2016 y 2019), ¿se puede diluir su responsabilidad culpando a Sánchez que es quien propone gobierno, como manda la Constitución al partido que gana las elecciones? El reparto salomónico de responsabilidades no solo ha sido siempre algo injusto, también es una evasiva con la que eludir una dicotomía.