La repentina solidaridad navideña debería contagiarse al resto del año

Dos voluntarios del Gran Recapte d’Aliments.

La Navidad es una época de tradiciones: la tradición de comprar regalos, de pasar tiempo en familia y la tradición de ser solidarios. En Navidad surgen diversas campañas de recaudación de alimentos para los más necesitados. Pero el hecho de ser solidarios una vez al año no salvará de la desnutrición a la gran cantidad de personas que sufren hambre, por lo tanto, esa solidaridad que nos nace a todos en las fiestas navideñas debería contagiarse al resto del año.

Por parte de las instituciones públicas (y desde aquí hago un llamamiento) sería positivo crear y publicitar, durante todo el año, iniciativas y campañas de ayuda ciudadana para que, quienes podamos, aportemos nuestro granito de arena a hacer más fácil la vida de los que no tienen qué llevarse a la boca.