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Referéndum 1-O: Dos bandos movidos por la fe

El ’president’ Puigdemont, tras la ’consellera’ Meritxell Borràs, a su llegada la míting en el Casino de l’Hospitalet.

El ’president’ Puigdemont, tras la ’consellera’ Meritxell Borràs, a su llegada la míting en el Casino de l’Hospitalet. / FERRAN NADEU

Me ha gustado mucho el análisis de Luis Mauri 'Cosas que ya se han roto en Catalunya' y me gustaría añadir mi experiencia personal. De antemano me posiciono, así cada uno puede pre-juzgarme según el bando que pertenezca. Soy italiano, insensible a la identidad española y a la catalana, afincado en Barcelona hace casi 20 años y anti-independentista, de momento. Cuando llegué me sentí catalán porque era catalán "qui viu i treballa a Catalunya".

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También en mi vida se han roto cosas por esta situación. Con los conocidos que pertenecen al otro bando ya no tengo relación, con los amigos-amigos evitamos tratar el tema lo máximo posible y cada vez que se toca es como un pequeño terremoto para nuestra relación. A ver cuantas réplicas aguanta. Los extremistas de mi bando consideran que tengo un pensamiento único y quieren compartir conmigo discursos que simplemente me repelen. He dejado un grupo teatro amateur después de 9 años para no enzarzarme en discusiones inútiles. Inútiles porque los dos bandos siguen adelante por una cuestión de fe. Y a los que tienen fe es inútil explicarle que la tierra no es plana y que gira alrededor del sol.

Cada día doy la gracias a Dios que mi marido es de mi bando y no es un extremista. Ya varias cosas se han roto en mi vida y espero solo que no tenga que ir recogiendo demasiadas piezas.

Solo para indicar que de este tema sé algo, me gradué en 1998 en Ciencias Políticas en la Universidad La Sapienza de Roma con una tesis final sobre la 'Autonomía financiera de Catalunya'. El déficit fiscal existía también entonces, pero sabemos que, al tiempo, en las estancias del poder central se hablaba catalán en la intimidad.

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