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Un aplauso para las entidades que ofrecen ayuda personal

Un hombre en silla de ruedas.

Un hombre en silla de ruedas. / Ferran Nadeu

Desde aquí quiero loar a los profesionales de Ecom, una entidad sin  ánimo de lucro, porque su trabajo permite que el sistema de ayudantes personales (AP) y todo el entramado social que lleva a cabo dicha entidad funcione, no sin esfuerzo por su parte. Y quiero también  aplaudir a los asistentes personales, que cada día salen de su casa para que los  usuarios que los necesitan puedan seguir funcionando como cualquier otro día.

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El trabajo silencioso que llevan a cabo entidades como Ecom no se  publica en los medios de comunicación habituales, sin embargo, gracias  a personas profesionales como estas una parte importante de la  sociedad, quizá la más sensible en estos días, puede seguir al pie del  cañón.  Podemos pasar con dignidad este trance que tiene en vilo al planeta, confinados como todo el mundo pero fuera de la cama, de aquí el hablar de dignidad.

Un aplauso sin pausa para todos ellos y  ellas, sin embargo un suspenso a la Administración por dotar de una  simple mascarilla clínica, sí una, y unos guantes de látex a trabajadores imprescindibles que llevan a cabo una labor en silencio pero importantísima, una faena en soledad con el apoyo tan solo de la  persona que necesita de su ayuda.

Profesionales de Ecom, tenéis todo mi reconocimiento tanto vosotros como los APs, por eso he redactado estas líneas, para dejar constancia de ello. Un aplauso desde aquí.

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