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"Educación, cultura e investigación, puntales en la vida de cualquier país"

Un aula de la Facultad de Política de la UAB, vacía.

Un aula de la Facultad de Política de la UAB, vacía. / JOSEP GARCIA

Educación, cultura e investigación son puntales en la vida de cualquier país medianamente civilizado. Tres asuntos esenciales. Por desgracia, en España estos asuntos están en manos de cuatro ministerios diferentes; sí, sí: 4, que no han demostrado ni voluntad ni capacidad de mover las cosas ni han sido de ninguna  eficacia en las escasas acciones que han emprendido.

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La ministra de Educación se pierde por la boca: habla muchísimo y sin ningún sentido; desconoce totalmente el sistema educativo público español, por lo cual las recetas improvisadas con las que nos regala  cada día parecen una tomadura de pelo.

El ministro de Universidades, aparte de pergeñar un decreto de  Universidades que para nada necesitamos y de decir cuatro frivolidades en sus apariciones públicas, poco papel ha hecho. La Universidad pública española no necesita que le pongan más palos en las ruedas sino más colaboración y mejor gestión por alguien dispuesto a mojarse  de verdad por ella.

El de Cultura ni está ni se le espera, pese a las protestas de directores de cine, libreros, propietarios de teatros, salas de baile... Y al de Ciencia e Investigación, pese a su excelente currículo en  asuntos espaciales, tampoco se le ha visto mucho el pelo. Ya sabemos  que la investigación necesita confianza y muchísimo dinero, un dinero que desde la crisis del 2009 se ha visto muy recortado.

Conclusiones: la educacíon en España va muy  mal, incluida la universitaria, la cultura no ha empezado a despegar  aún tras la crisis del coronavirus y la investigación está en mantillas. Los mejores estudiantes se marchan. Nos quedamos con los mediocres o los francamente malos. Somos un país con presente y sin futuro, un país de educación  mediocre, de cultura mediocre, a la cola de la investigación en el mundo. Y si no se hunde todo es gracias a los excelentes profesionales que sustentan todo este entramado, que están invirtiendo mucho tiempo y  esfuerzo en la labor de intentar sujetar un sistema en fase de declive.

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