Hemos perdido la esencia del fútbol. Todo está rodeado de un tufillo a política y negocios oscuros con comisiones. El fútbol es un deporte, solo un deporte, que emociona por el juego que practicas, y para eso necesitas un proyecto. En Can Barça ya hace muchos años que el proyecto está muerto y nadie es capaz de generar uno nuevo. La marcha de Messi ha sido la gota que ha colmado el vaso; siempre las estrellas del Barça salen por la puerta trasera del club, sin ningún reconocimiento. Claro está que el único interés que tienen los jugadores es ganar la máxima suma de dinero para que su jubilación temprana y sus mal gestionados negocios les permitan vivir bien. Hay que marcar salarios tope, como se hizo en la NBA, y centrarnos en el deporte como tal. Buscar savia nueva, una directiva con ilusión y juventud para empezar un nuevo proyecto deportivo y dejar de lado la política y los negocios de las comisiones, que nos han llevado a la desunión del sentimiento barcelonista. Somos un club mundial, no regional.