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"El Principito y la pandemia"

’El Principito’.

’El Principito’.

En un capítulo de 'El Principito' de Antoine de Saint-Exupéry, el protagonista nos explica que en su planeta se extendían los baobabs de manera descontrolada y lo perforaban. Temía a esos arbustos que podían llegar a crecer como gigantes titánicos, y eso le generaba un sentimiento de miedo. Mostraba su preocupación ante la proliferación de este tipo de árbol y cómo podía acabar con ellos.

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He aquí el paralelismo establecido con el coronavirus. Aparte de ese método al que todos debemos someternos para llegar a combatirlo, su presencia representa la amenaza. Como consecuencia de ello, surge una sensación de desasosiego que va haciendo mella en nosotros y que parece que aún nos va a acompañar durante un tiempo.

Si dejamos infestar nuestra realidad con las semillas de este baobab, seremos prisioneros de él. Nuestro planeta acabará estallando; esto era lo que se temía el protagonista de esta brillante novela. Lo que aprendimos, a través de su lectura, es que siempre hay que luchar, planteándonos cómo hacer las cosas, erradicando los temores, intentando que no nos superen y sin perder la sensación de control.

Esta frase de Saint- Exupéry nos indica que las cosas suceden de manera inesperada, sin que podamos anticiparnos: “Pero las semillas son invisibles. Duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre despertarse”.

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