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Por qué no soy independentista
La Diada en la Diagonal de Barcelona. /
RICARD CUGAT
Me siento catalán y quiero mucho a mi país, Catalunya. El planteamiento es muy sencillo. España o el Estado español es pobre si se compara con países europeos de su órbita, no puede financiar una independencia de Catalunya. No obstante, el Estado español tiene crédito y se financia a bajo precio.
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Gran Bretaña es un país fuerte con un banco central y una solvencia económica reconocida a pesar de que tenga dificultades. No obstante, para los ingleses el 'brexit' es un salto al vacío con imprevisibles consecuencias.
Catalunya no tiene ni los recursos ni la solvencia de Gran Bretaña: ¿con qué recursos espera financiar su independencia al día siguiente de proclamarla? ¿Quien pagará las pensiones? ¿Y a los funcionarios?
Una última razón: Catalunya -o mejor dicho, muchos catalanes- tiene lazos afectivos con muchos españoles, es un tema sentimental pero es importante a considerar.