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Por qué la ópera 'La Clemencia de Tito' me hizo pensar en el 'procés'

Jordi Cuixart sale de la cárcel de Lledoners para disfrutar de su primer permiso penitenciario, el pasado 16 de enero.

Jordi Cuixart sale de la cárcel de Lledoners para disfrutar de su primer permiso penitenciario, el pasado 16 de enero. / MARC VILA

Javier Ruiz Moreno

Dirigida musicalmente por Philippe Auguin, se representa en los próximos días en el Liceu 'La Clemencia de Tito', ópera compuesta por Mozart en 1791 y basada en una obra de Pietro Metastasio.

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Sobresale en la ópera la figura del emperador Tito, pero no tanto por su rango de emperador en la Roma del siglo I d.C. (79-81), sino por su humanidad y su capacidad para perdonar. 'La Clemencia de Tito' se estrenó en Praga para conmemorar la coronación de Leopoldo II como rey de Bohemia en 1791 ante su presencia.

En efecto, y siempre según el libreto de Pietro Metastasio -no estrictamente fiel a la historia-, Tito perdona a todos los conspiradores (Vitelia, Sexto) que intentaron acabar con su vida y opta por la clemencia en detrimento de la justicia.

Así, antepone el bienestar de Roma por encima de cualquier otro interés, rogando a los dioses que acorten su vida cuando deje de preocuparse por el bien de la comunidad.

¿Qué pensaría Leopoldo II al ver representada la benevolencia de Tito? No lo sé, pero quizá la ópera influenció en su mandato. Así, por ejemplo, Leopoldo II liberalizó la monarquía, abolió la Inquisición en la Toscana y modernizó las instituciones públicas.

Nadie puede estar más a favor que yo del cumplimiento de la ley en democracia; siendo el imperio de la ley el único que reconozco y que ha de poner límites a las libertades individuales, que siempre han de estar anexadas a las leyes (Kant).

 Nadie más que yo, por tanto, puede estar más favor de la ley en todo lo relacionado con el 'procés'. Hágase entonces justicia tras la sentencia dictada por el Tribunal Supremo el pasado 15 de diciembre.

Pero aquí aparece Mozart con 'La Clemencia de Tito'. El libreto de Metastasio y la música inmortal del compositor anteponen el bien de Roma a cualquier otro y libran de morir en la arena a los traidores.

"Y si acusarme el mundo quiere de cualquier error, que me acuse de piedad", canta Tito al final de la ópera. ¿Indulto, amnistía, o 'Clemencia de Tito'?

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