"El patito feo de Badajoz, una vida rescatada más"

El miércoles 8 de septiembre fuimos Nina y yo a pasear con nuestra perrita Chica al margen derecho del río Guadiana, en Badajoz. Un lugar precioso y bien cuidado donde pasear y disfrutar de un bonito paisaje. Al mirar al embarcadero, vimos gente hacer fotos a algo que apenas se movía. Era un pato blanco, lindo como los demás, pero que no iba tras los otros cuando le tiraban comida. Al acercarnos, observamos que arrastraba algo en el lado derecho de su cuerpo. Era un ala, que debía estar rota y arrastraba por el suelo, por lo que, al intentar andar, la pisaba y apenas se mantenía en pie.

Me sorprendió ver a gente hacerle fotos y reír, pero más me sorprendieron los dueños de algunos perros, que les dejaban ir tras él y los otros ante sus risas, pues los patos se tiraban al agua y huían, pero este, al tirarse, apenas podía nadar y mucho menos seguir a los demás. Fue entonces cuando llamamos a la policía y estos nos pusieron en contacto con el refugio de animales del ayuntamiento, que estaban en una urgencia y nos pidieron cogerlo, o ellos por la tarde lo intentarían. Por casualidad pasó un coche de policía del que rápidamente bajaron los agentes para ayudarnos en tan complicada situación, pues son patos en libertad que no son fáciles de coger.

Lo arrinconamos y se tiró al agua, pero un hombre que pescaba sobre su embarcación consiguió asustarlo para que fuera a la orilla y allí, paseando junto a él un poco, conseguí atraparlo. Los dos policías me llevaron en la parte de atrás de su coche hasta el mío y, al bajar, la gente reía y hacía fotos, pues era una situación extraña; un chico siendo bajado de los asientos de atrás de un coche de policía con un pato en los brazos...

En ese momento los del refugio ya nos esperaban y allí está ya, recuperándose. Para algunos, un pato enfermo; para otros, patito feo; para nosotros, una vida más.