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Patinetes, bicis y peatones: compartiendo jungla en las grandes ciudades

Carril bici de la Diagonal congestionado por la nueva movilidad.  

Carril bici de la Diagonal congestionado por la nueva movilidad.   / RICARD CUGAT

Si las grandes ciudades son una jungla, las aceras de sus calles son como el far west, unas superficies pavimentadas y elevadas unos centímetros a las orillas de las vías públicas en las que impera la ley del más fuerte. Patinetes, monociclos, bicicletas, motos y peatones hemos de 'compartir' ese espacio, en ocasiones reducido, sorteándonos unos a otros, en cuya aventura diaria el más perjudicado y con mayor riesgo de accidente es el transeúnte.

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Es evidente que las leyes y normas legales de convivencia van muy  por detrás en el tiempo de las tecnologías y la evolución de las conductas sociales. Las deficiencias en la planificación de la movilidad urbana vienen de lejos en ciudades como Barcelona, donde resido, y las administraciones locales, autonómicas y estatales han de regular el uso de esos nuevos -y no tan nuevos- medios de transporte (patines y monociclos, con accidentes mortales incluidos) en la vía pública. Sin olvidarnos de las bicicletas, que desde hace años transitan por las aceras a gran velocidad en lugar de utilizar los carriles bici, o allá donde no los haya, circular por la calzada. ¿Y las motocicletas, cuyos conductores no tienen reparo alguno en invadir las aceras buscando un hueco donde estacionarlas?

Como digo, los ayuntamientos y demás administraciones públicas han de velar y promulgar normas que garanticen la movilidad sostenible,  preservando los espacios de tránsito peatonal exclusivamente para ese uso. En Barcelona, Ada Colau ya puede ponerse las pilas y solventar esta problemática, sumada a otras tantas en la ciudad como la gentrificación, el turismo invasivo y de embriaguez, la delincuencia, el incivismo, la contaminación, la suciedad en las calles, o las obras públicas que doblan o triplican la duración inicialmente prevista con los consiguientes trastornos y el coste añadido para los ciudadanos.

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