El paseo obligatorio de los alcaldes

Aviso amarillo en Córdoba por intenso calor / EFE / Salas (Efe)

Según los expertos, las altísimas temperaturas que ahogan y arrasan nuestra península no son una ola de calor pasajera, sino que serán habituales y las tendremos que soportar partir de ahora. Ante esta dramática e irreversible realidad, debería ser obligatorio para alcaldes y alcaldesas –que desde sus refrigerados despachos todavía no parecen concienciarse del tema-, un buen paseo por las calles del pueblo entre las doce y las cuatro de la tarde. Así sentirían en sus carnes lo que sufre el ciudadano caminando a pleno sol, sobre el asfalto y entenderían la necesidad urgente de cubrir “sus” pueblos con árboles de sombra.

Aquel temido futuro lejano que los ecologistas auguraban, ya está aquí, dispuesto a afectar negativamente nuestras vidas si los responsables que tienen posibilidad de aliviarlo, no ponen remedio