Papeles de Panamá: es la misma historia de siempre

Algunas personas critican la existencia de los demás como si la de ellas fuera ejemplar. Tratan a la gente de tonta, necia, pazguata. Esta es la clase pudiente, de antigua y duradera estratificación, porque su condición social, el poder el dinero, les permite esto y mucho más. La ingeniería económica es la madre de la evasión fiscal, pues ya se sabe que el que gana dinero hará lo que sea para ponerlo a buen recaudo, ya sea un simpatizante de las izquierdas o un militante de la derecha. En España, ya pulverizamos los records de desfachatez económica con el en su día innovador asunto de Mariano Rubio, el primer gobernador de un banco encarcelado en Europa por Fraude. Curiosamente, hasta entonces no se había visto nada así.

No sé de qué se sorprende la gente con la reciente historia de los papeles de Panamá, cuando esto es más viejo que el ir a pie. Las triquiñuelas y las artimañas han estado, desde siempre, a la orden del día, pero, eso sí, tengamos en cuenta que la hucha de las pensiones cada vez está más vacía y que el nivel de pobreza aumenta como los desfalcos. Esto demuestra dos cosas: la habilidad de los empresarios y políticos y la inmadurez generalizada que padecemos.