Orgulloso de ser del Espanyol

Hace muchos años un compañero de trabajo me preguntó: ¿cómo, siendo tan catalán, eres del Espanyol?. Y mi respuesta fue: "precisamente por eso, porque cuanto más catalán me siento, más orgulloso estoy de ser del Espanyol". Lo que no recuerdo fueron los motivos que me llevaron a hacerme 'perico' en contra del sentir general, cuando el barcelonismo estaba en auge con la llegada de inmigrantes de otras provincias españolas que pronto se vincularon con el sentir azulgrana. Y lo más curioso fue que los primeros partidos de Primera División que vi fueron en el campo de Les Corts junto a dos amigos culés y donde estuve acudiendo durante varios años. También a Sarrià íbamos los tres, pero ninguno cambió de equipo.

El caso es que ser del Espanyol trae más sinsabores que alegrías. Pero ahí estamos, soportando con entereza los momentos malos y disfrutando aquellas pequeñas alegrías que con cuentagotas nos ha ofrecido este club durante sus 120 años de existencia.

En septiembre volverá la Liga y volveremos a estar ahí, un peldaño más abajo, pero con el mismo entusiasmo de siempre. Con esa pequeña parte blanquiazul que llevamos dentro de nuestro corazón y que ya se habrá repuesto de las desafortunadas decisiones que nos han conducido al descenso, y volveremos a gritar fuerte y alto que "som pericos perquè volem" y lo somos porque nos sentimos unidos bajo el amparo del mejor lema del que puede enorgullecerse una afición: "La força d'un sentiment." ¡Ànim i endavant!