"Ojalá la derrota de la izquierda en Andalucía les sirva para hacer autocrítica"

Las izquierdas han afrontado las elecciones en Andalucía andando a la greña y así les ha ido. Ojalá esa derrota le sirva para reflexionar de manera autocrítica.

Esa división, especialmente en la izquierda del PSOE, ha producido una merma importante en sus expectativas, ya que exclusivamente sumando sus votos les habría reportado seis parlamentarios más, pasando de siete a 13, arrebatándoles cuatro al PP, dejándole sin mayoría absoluta y dos al PSOE. Pero no parece descabellado asegurar que esa unión producida antes de las elecciones, habría tenido un efecto multiplicador en votos cuyas consecuencias nunca sabremos, pero que al menos les podría haber llevado a conservar los 17 escaños anteriores. No podría haber evitado la victoria contundente de Moreno Bonilla, pero sí paliado los efectos devastadores de esa victoria.

Resulta patético que, en las declaraciones de la noche electoral, el único clavo al que asirse era que al menos la mayoría absoluta del PP evitaba que tuviera que depender de Vox y su posible entrada en el gobierno, con cero de autocrítica.

Mucho y en profundidad deben reflexionar desde las atalayas de PSOE y Podemos para restablecer la situación. Es cierto que aún quedan 16 meses para las generales, algo menos para autonómicas y municipales, pero este golpe ha sido muy duro y va a tener consecuencias catastróficas si no son capaces de rectificar el rumbo.

Que en un granero de votos de la izquierda como era Andalucía, la derecha haya sido capaz de dar la vuelta en apenas cuatro años a los 37 años anteriores, es como para hacérselo mirar. Allí está el 20% de los votantes de este país, el mismo porcentaje de escaños al Congreso de Diputados. Ojo al dato.

O se analiza crítica y acertadamente qué ha ocurrido, por qué las gentes de la izquierda han perdido el miedo a votar a la derecha, o el futuro es gris tirando a negro para el 2023. También si hay parte de voto de castigo contra una gestión mal vendida del Gobierno.