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El ocaso de las culturas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Moncloa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Moncloa. / EFE / EMILIO NARANJO

José Luis Posa Lozano

No nos hagamos ilusiones, estamos en manos del capitalismo salvaje, los gobiernos se han convertido en meros gestores a las órdenes de la banca, la bolsa y los especuladores.

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No tenemos más derechos que las migajas que nos arrojan los poderes, sobrevivir es cada dia mas difícil y el abismo que separa ricos y pobres se ha convertido en un agujero negro en el que desaparecen las riquezas del mundo.

El PSOE prometió transparencia fiscal, controlar la venta de armas y dignificar el mercado laboral, todo ello ha quedado en agua de borrajas. Y no digo que no tuvieran voluntad de hacerlo, pero los tentáculos neocom los tienen cogidos por el cuello, la mafia económica es omnipotente y controla a políticos, legisladores y tribunales con mano de hierro. ¿Hay alguna salida a este remolino en el que estamos sumidos?

Ya hemos visto cómo han acabado las revoluciones populistas, aisladas y boicoteadas por el resto de los países encabezados por los USACOS o transformadas en monarquías sin corona como Rusia, China o Corea del norte. 

En todas la revoluciones, sean del tinte que sean, siempre acaban triunfando los más violentos y los más ambiciosos apartando o eliminando a los ideólogos que crearon la utopia y como en 'La Granja de Orwell', convirtiéndose en los nuevos Napoleones. 

Con un sistema educativo alienante y embrutecedor, con unos medios de comunicacion en manos de 'El gran hermano' y las fuerzas de seguridad del estado convertidas en los perros guardianes de la factoria, cada día estamos más cerca de la pesadilla de Fahrenheit 451.

Quizá, cada uno de nosotros deberíamos empezar a memorizar libros que merezcan tal nombre, guardarlos en nuestro corazón y legarlos a nuestros hijos antes que el ocaso del conocimiento nos deje sumidos en la idiotez más profunda. El cielo ya empieza a teñirse de rojo sangre.

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