Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Rosario Moreno Fernández, mi abuela, el amor de mi vida

Rosario Moreno

Rosario Moreno

Abuela, un maldito virus nos ha separado. Por desgracia, diste positivo y en un período breve de tiempo ya no estabas aquí. Con este pequeño gesto quiero rendirte homenaje, y que tu muerte no quede en el olvido. No son solo números. Hay que conocer a las personas que han sido afectadas. Sus familias, su historia.

Entretodos

Envíanos el obituario de un ser querido que hayas perdido durante la pandemia

EL PERIÓDICO activa la iniciativa En Memoria de Todos Ellos

Por eso, te quiero dedicar, allí donde estés, esta pequeña reflexión que he hecho en este tiempo. Va por ti, abuela.

Nunca nos hemos parado a pensar en las cosas que nos hacen felices, o sí, pero confundimos lo que es la felicidad. Mucha gente puede pensar que ser feliz es tener mucho dinero, la mejor casa, el mejor pelo, el mejor móvil... pero no es así. La felicidad es estar con la gente a la que quieres, es dar ese abrazo, ese beso, decir ese 'te quiero' que nunca nos atrevemos a decir por miedo o por vergüenza.

Sed valientes, no os quedéis con cosas por decir por miedo, sed felices pero, sobre todo, quered, y quered mucho.

Por desgracia, por culpa de este virus hay muchísimas familias rotas como la mía. Hemos perdido a una abuela, una madre, una hermana, una tía, una amiga, una mujer... un amor.

Abuela, echo en falta tus abrazos, tus besos, tus llamadas, las veces en las que te visitaba de sorpresa y acababas con la boca abierta. Echo de menos cuando iba a tu casa, me duchaba y te peleabas con el abuelo porque no me quería dejar las toallas buenas (él siempre decía que eran para decorar el baño). Echo de menos las reprimendas que me dabas en el camping por tener el armario desordenado y la cama sin hacer.

Te echo de menos a ti, tanto, que duele. Como te dije en tus últimos momentos, eres, has sido y serás el amor de mi vida. Un virus nos ha separado y no hay día, minuto, incluso segundo que no pensemos en ti.

Abuela, la mujer más fuerte, dura y valiente que he conocido. Allí donde estés, te quiero. Para siempre. 

Con mucha pena y con el corazón roto, de la nieta de esta maravillosa mujer.

Participaciones de loslectores

Másdebates