"Nuestro milagro es una psiconeuróloga que ha creído en mi hija"

A menudo se dice que cada día ocurren milagros en el mundo. Yo siempre me pregunté dónde. Lo que nunca me imaginé es que pudiera sentir que estamos viviendo uno. 

Soy madre de una niña de casi 3 años con una enfermedad rara de la que solo hay 130 casos en el mundo. El diagnóstico no era esperanzador y según los neurólogos especialistas en la enfermedad su destino era el de estar postrada sin poder moverse. 

La RAE define la palabra 'milagro' como un suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa. Pues bien, sentí que el suceso maravilloso comenzaba justo hace cinco meses, cuando conocí a una psiconeuróloga de Alicante que miró a mi hija con unos ojos distintos y creyó en ella. Así de sencillo y a la vez así de complejo. Veníamos de visitar las mejores clínicas y a los profesionales más reputados y nos costó encajar que esta vez no hubiera el "no se puede" al que ya estábamos acostumbrados.

Ayer mi hija se sentaba por primera vez aguantando la cabeza. No sé cómo estará dentro de otros cinco meses. Pero lo que sí sé hoy es que en Alicante hay un lugar en el mundo donde los milagros pasan a diario porque todos los trabajadores están implicados al máximo en la recuperación de sus pacientes, porque es extraordinario sentir el amor y el respeto con el que tratan a los que acompañamos, porque es maravilloso observar que no hay abismos de dudas y que se apuesta por el "sí se puede”.

Hoy brindo por las personas que creen en las personas. Hoy me siento muy afortunada de poder aprender de ellas.