"Mi nieta y yo casi nos ahogamos en Sitges y no había ningún socorrista en la playa"

El día 7 de julio, mi nieta de 7 años y yo estuvimos a punto de morir ahogadas de no ser por una pareja de jóvenes de unos 17 años quienes, arriesgando su vida, nos salvaron. 

Sobre las 11.30 horas de la mañana, playa de la Riera, bandera amarilla, olas a primera línea de mar apropiadas para que jugaran niños como siempre. Sé nadar, y no soy para nada imprudente. Agua hasta la cintura. Una ola nos tira, intentamos levantarnos, en menos de 2 segundos, llega otra que nos lo impide, me asusto e inmediatamente llega una ola más que nos arrastra mar adentro. Me doy cuenta de que nos vamos a ahogar. 

Mi mano pide ayuda con fuerzas. Viene un chico que me coge el brazo, le digo que no, que salve a la niña. Agarra la niña y yo continúo gritando. Una chica me agarra el brazo pero no puede sacarme, el mar nos arrastra a las dos. Un ángel en forma de mujer muy fornida nos agarra como puede y nos saca afuera. 

Yo mareada, casi vomitando, corazón a mil. Ningún socorrista. Miro atrás para ver qué ha pasado y veo a un niño de unos 8 años sacando su brazo. Se estaba ahogando. Grito con fuerzas: "¡Un niño se ahoga!". Un señor se lanza a salvarlo. Ningún socorrista.

Antes los socorristas estaban en las playas y los han quitado. Solo han dejado los de los espigones, quienes son insuficientes. Mucha inversión en lugares de ocio para turistas pero cero para salvar vidas. Ese mismo día en otra playa murió un señor por falta de socorristas. 

¡Basta ya! Esto no puede continuar así. O ponen de nuevo socorristas en las playas, o pueblos como Sitges estarán en las redes sociales como playas peligrosas para los bañistas por falta de socorristas. Ojalá esta carta sirva para que haya de nuevo más seguridad en una época del año que es para divertirse, no para morir.