La necesidad de mejorar el transporte público nocturno

Una noche más teniendo que coger un taxi. Mi intención era coger el bus noche, pero, como cada noche, me pasó lo mismo. 

Fui a la parada más cercana a buscar el N7. Era una calle estrecha, oscura y sin nadie a las dos de la mañana, por suerte, al menos había el marcador con los minutos que faltaba para que llegara el bus. Mi sorpresa fue 3 minutos, pensé 'uf, que bien' porque sola en esas horas de la noche no me hace nada de gracia tenerme que esperar. Al mirar otra vez, el marcador cambió a 25 minutos. Esperé pensando que estaría equivocado, pero no, el contador restaba de estos 25 minutos. Me cansé no por impaciente sino por miedo, el miedo con el que por desgracia las chicas siempre tenemos que ir por la calle en estas circunstancias. Decidí coger un taxi y el bus justo pasó por mi lado, pero no por el carril del bus sino por el del medio. Hice gestos con la mano, y el conductor ni se inmutó, continuó circulando con la misma velocidad a pesar de haber una parada.  

Una noche más teniendo que pagar transporte privado por el mal funcionamiento del transporte público por la noche de Barcelona!