¿Es natural seguir una moda?

Es común criticar a todos aquellos que siguen las modas porque se les considera el fruto de una sociedad consumista o "de masas". Sin embargo, algo tan rutinario como la elección de nuestra ropa está regido por algo más que una simple masificación.

Son muchos los expertos que relacionan las modas con las normas sociales, es decir, con aquellas normas que tenemos interiorizadas y no dejamos de cumplir aunque nadie nos esté observando, como no mentir, devolver el saludo a alguien, etc. De esta manera, las modas son un fenómeno que nos muestra claramente la influencia que ejerce lo social sobre las personas. Las tendencias que marca la sociedad en la que vivimos impacta en nuestro día a día y explica muchas de nuestras decisiones, conductas y actitudes.

El seguir una moda cumple con el principio de conformidad, que se basa en que todos preferimos ser bien percibidos en contextos sociales antes que mal percibidos, incluso aquellos a quienes la opinión de los demás no les importe demasiado. Por lo tanto, este principio afirma que, mientras algo no interfiera en nuestra ideología política o ética, aceptamos, desde la conformidad, ciertas tendencias que seguimos como propias, ya que nos cuesta llevar la contraria a las mayorías.

Sin duda alguna, seguir una moda no nos convierte en estúpidos, ya que tenemos nuestro propio criterio, flexible y permeable a la influencia de la sociedad, y lo podemos atribuir al mero hecho de que, por naturaleza, somos seres sociales y, por tanto, actuamos como tal.