"Un mundo mal repartido"

Una mujer y su hija, en uno de los barrios pobres de Buenos Aires. / EFE

En un informe publicado por Credit Suisse, se puede ver claramente cómo está dividida la riqueza del mundo. El 1% de la población posee la mitad de la riqueza mundial. Por el contrario, en la base de la pirámide, el 55% de la población no llega a poseer el 1,5% de toda la riqueza, mientras que el 12% de la población llega a poseer el 85% de la misma. Datos para dejar de piedra a cualquiera. En lugar de mirar a qué nivel estaríamos en la pirámide, sería mejor reflexionar sobre la distribución. ¿Por que hemos llegado a esta situación? ¿Damos por bueno el actual sistema capitalista?

Si creemos que una sociedad puede ser no totalmente justa, pero sí más justa, tendríamos que dar una vuelta a la lógica de las cosas. ¿Podemos tener como modelo a un deportista que cambia su residencia con el objetivo de pagar menos impuestos? ¿Y al que no cambia de lugar pero engaña para evitar pagar los impuestos que realmente le tocaría pagar? Algunos idolatrarán a los que están en la cima de la pirámide, pero deberíamos exigirles que proporcionen un modelo como sociedad. No tenemos que conformarnos con el borde del pastel, sino con una parte proporcional del mismo.