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"Reducir a una mujer a su vida sentimental o de pareja debería parecernos a todos bochornoso"

Irene Montero, en un momento de su intervención en el Congreso.

Irene Montero, en un momento de su intervención en el Congreso.

Reducir a una mujer a su vida sentimental o de pareja debería parecernos a todos bochornoso. Se haga en el tono en que se haga no tiene perdón. Asistimos a una vuelta a los años 40 en la que éramos 'mujeres de', 'hermanas de', 'hijas de' y ya después, si acaso, se nos llamaba por el nombre de pila. Ver esto en sede parlamentaria es como para que se nos revuelva el estómago.

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En otra ocasión una diputada era juzgada y criticada por su vestimenta y accesorios, y también me quejé por esta vía. En ese caso la diputada no era progresista, pero todas somos una, sea de la parte del arco parlamentario que sea. Incluso si se ha convertido en una retrógrada para nuestros derechos, merece que la defienda si ha sido atacada por la violencia heteropatriarcal.

No somos solo una faceta, somos un crisol de facetas. Dejen de reducirnos a una sola cara, no somos solo lo que vestimos, lo maquilladas o no que vamos, eso es solo una parte de todo lo que nos conforma como mujer, y hay mil maneras de serlo, miles de espacios en los que desarrollarse personal y profesionalmente. Por suerte hoy podemos comprar una lavadora sin la firma de una autoridad masculina, trabajar, tener hijos o no; podemos elegir los caminos que queremos andar con libertad, aunque nos quede mucho por conseguir ya que no tenemos una igualdad real.

Los comentarios que se ven a veces en el seno de nuestra vida política dan mucha pena, y dan más rabia, pena, impotencia, incomprensión y dolor cuando nacen de una rivalidad inculcada y falsa de mujer contra mujer, una sinergia implantada por el patriarcado, que nos atomiza y que hiere a nuestras iguales, hiriéndonos a nosotras mismas. Señora diputada, deje la prepotencia en casa y recupere la educación, y el civismo. Si hoy sale a la tribuna es gracias a todas las feministas antes de usted, y queremos que siga ahí, pero aprenda a comportarse y a respetar a sus iguales, deje de escupir barbaridades que le acaban cayendo encima a usted también como mujer.

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