"Míster McKinley, el profesor de música que lo sabía todo menos crear"

Durante mi época de estudiante en Boston, aprendí muchas cosas y, otras, simplemente las grabé para entenderlas mucho más tarde. Una de las que en su momento no entendí fue cuando Carl McKinley, el profesor de armonía y composición (estábamos en un conservatorio de música) me confesó que nunca había compuesto ninguna partitura. Ante mi perplejidad añadió que lo sabía todo sobre el arte de componer, que conocía todos los secretos del mundo de los acordes y las armonías, pero que él no sabía crear.

Muchísimos años más tarde, al ver y escuchar a muchos de nuestros políticos, he recordado a McKinley. A una gran mayoría de ellos les pasa lo mismo: no son creativos. Y, por eso, en la discrepancia es donde se sienten más cómodos. Lo suyo es discutir y no gobernar, porque para hacer bien esto último se tiene que ser creativo y, al igual que Carl McKinley, ellos no lo son.

Nos gustarán más o menos, pero hemos de reconocer que Churchill, Merckel, Obama, Andreotti, Felipe González, Suárez, Tarradellas, Carrillo, Fraga, Pujol, Havel y A. Esteban han sido políticos creativos que han sabido mandar y hacer cosas. Los otros no aportan soluciones, solo saben discutir.