"Mezclar los resultados en Andalucía con lo que debe hacer el Gobierno es un error de bulto"

Urna electoral. / Joan Castro

El que vota sabe lo que quiere; el que se abstiene (2.647.810 andaluces, el 41,6%) también. La democracia tiene sus servidumbres, que la gente de bien asume. Cada proceso electoral se lleva a cabo en su momento y en su lugar, los resultados son representativos para quienes los van a soportar, y legitiman únicamente al gobierno que sale de esas urnas. El riesgo está en extrapolar resultados del último proceso electoral a otros previamente producidos para quitarles la legitimidad que tienen. Es la representatividad de la democracia lo que se cuestiona, yo tendría mucho cuidado.

La crítica política es sana, aunque sea tan ilustrada que a veces solo la entiendan los que están en el ajo. Pero mezclar churras con merinas, es decir, los resultados electorales en Andalucía con lo que el Gobierno central, legítimamente constituido, debe hacer (Marruecos, diálogo catalán, atención primaria, vivienda en alquiler, Pegasus, Argelia, fondos europeos, guerras culturales, Ucrania, covid persistente…) es un error de bulto demasiado redondo.