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La melodía de la política

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias en el debate a cuatro. / JOSE LUIS ROCA
Ramon Masagué
Para explicar de una manera pedagógica lo que sucede en la política española vamos a comparar un músico con un político y las coincidencias son increíbles. De este modo ni citaremos partidos, ni candidatos, pero que con los ejemplos se verán reflejados y se sabrá de quién hablamos.
Entretodos
Cuando uno va a escuchar música es porque le agradan las composiciones de ciertos autores o estilos musicales diversos. Si el autor no tiene demasiado repertorio en sus comienzos es lógico, pero cuando se lleva toda una vida se puede escoger los éxitos más importantes y aquellos que pueden serlo convertirlos en futuros números uno.
El cantautor es aquel que compone a la perfección sus propias canciones y si las realiza para otros cantantes se mete en la piel de ese cantante y acierta seguro un éxito sin precedentes.
En las orquestas y grupos musicales hay un líder, un director que si es una persona humilde y honesta querrá compartir el éxito y/o el fracaso y reconocerá que se ha equivocado y no acusará a otro o a otros de su bajón profesional, el trabajo en grupo es la suma de cada uno de los componentes y no de uno que quiere llevarse el gato al agua sin haber movido un dedo y reconocido la aportación de los demás.
El buen músico adaptará un viejo éxito de su cosecha a los tiempos que corren y si su voz no es la misma al no llegar el registro sabrá corregir la melodía para que no se den cuenta.
El buen músico nunca copiará las canciones de otro, ni las notas, ni la letra y si las canta dirá que no es obra suya, sino de otro cantante, pero respetará la armonía de esa obra y no se la hará suya.
Los malos músicos tienden a repetir los mismos acordes y las nuevas canciones son muy similares a las anteriores. No tienden a experimentar otros ritmos o estilos, dejan que sus seguidores se acomoden a una falta de variabilidad.
Otros copian casi las canciones de otro autor y encima dicen que son composiciones propias, por lo tanto mienten y no tienen creatividad, son unos parásitos.
Actuar frente al público no es cantar, hay que romper el hielo, saltarse los protocolos, acertar con los vises, en definitiva, darlo todo. Al final recibirás la recompensa con los aplausos y las críticas.
Otros no han dado nada, han cantado de un tirón todo el programa y marchan sin más.
Por último, los que cantan en play-back con la voz de otro. Que sea play-back parcial con el acompañamiento aún se entiende, pues ponen su voz. Con la política se repiten los mismos ejemplos y los candidatos han de estar bien preparados, tener buenos asesores y ponerse a disposición del pueblo. Lo que odio son los discos rayados porque sacan tajada, por lo tanto siguen desafinando, estudien bien la partitura que no saben cantar en un coro porque siempre quieren ser solistas.
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