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"Me gusta que mis nietos puedan ver cómo es un elefante"

Susi, Yoyo y Bully, las tres elefantas del Zoo de Barcelona.

Susi, Yoyo y Bully, las tres elefantas del Zoo de Barcelona. / FERRAN NADEU

El Zoo de Barcelona a lo largo de los años ha conseguido ser una instituicion para sus habitantes, y acaso, aunque secundario, una atraccion para turistas, que frecuentemente no tienen instalaciones tan interesantes en sus ciudades.

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En mi infancia visitaba una vez cada dos años el Zoo con mi familia; cuando ya he sido padre lo he visitado con mis hijas aunque menos veces, y ahora de abuelo ya he llevado al primer nieto cuando puede entender el conjunto.

Entiendo que ayuda la intercomunicacion de las familias que lo visitan,  y sirve para inculcar en los menores el respeto a los animales, y entender en la práctica ciertas formas de vida, y no me refiero a la simple cautividad.

Me gusta que mis nietos sepan directamente lo que es un elefante, sin tener que verlo en dibujos ni en películas, o hasta en un circo, y creo que el dinero que se dedique a esa institucion, bien administrado, tiene su utilidad social.

Hay otras formas de pensar, pero ante la opción de suprimir el Zoo por ideas utópicas, soy de los que creo que lo mejor es enemigo de lo bueno y tener un zoo en Barcelona es bueno.    

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