"Las mascarillas transparentes, una ayuda para las personas con minusvalía auditiva"

Una profesora utiliza una mascarilla transparente para comunicarse con sus alumnos sordos, en Bruselas, el pasado 4 de mayo.

Hace ya casi un año que escribí una carta para este mismo espacio, intentando aportar luz a un tema que casi nadie se había planteado: el uso de mascarillas transparentes para que personas con discapacidad auditiva puedan mejorar su comprensión y sentirse mejor integrados. Un año más tarde, con todos los avances que ha habido, lamento que no se haya hecho un esfuerzo general para que el uso de mascarillas transparentes homologadas sea de uso más amplio, sobre todo en aquellas personas que están cara al público. Y es que muchos de los problemas con los que nos encontramos las personas con minusvalía auditiva podrían mejorar sustancialmente si aquellos con los que interactuamos llevaran mascarilla transparente: en el médico, en las administraciones, en las tiendas... Pero todo esto ya lo dije hace casi un año, y no he notado ninguna mejora. Desde que escribí esa carta, no he visto ninguna mascarilla transparente en ningún sitio, ni nada que se le parezca, salvo en clase (y porque pedí explícitamente su uso). Y es una pena. Una pena porque en esta pandemia nadie ha mirado por nosotros, y mi duda es: ¿qué debemos hacer para hacernos oír?