Más honestidad y menos insultos en los discursos de nuestros políticos

Son los grandes escondidos de la imagen que ofrecen nuestros políticos. Les asesoran y marcan el camino para que el ciudadano llegue a conectar con ellos. Me temo que no están haciendo un buen trabajo: palabras como perdón, verdades, respeto, brillan por su ausencia en sus mítines. Ya es triste que nuestros políticos no sepan escribir sus propios discursos, tienen asesores por y para todo y son incapaces de hablar de las necesidades del ciudadano.

Hemos entrado en bucle en el que para obtener el voto todo vale. No señores, no todo vale. Los unos y los otros se han perdido el respeto mínimo que se le debería exigir a un político por lo que representa. Pero no se escucha nada más que peleas para justificarse sobre lo mal que lo están haciendo.  Utilizando el conflicto catalán como arma de unos y otros.  El 15 de febrero, la señora Arrimadas se acercó al pueblo de Puigdemont a quitar lazos amarillos, lo cual no dudo sea licito, pero como ciudadano normal que soy, mi lógica me hace preguntarme si era necesario sabiendo el calor que existe entre Catalunya y el Estado.

El señor presidente del PP se ha convencido de que con el insulto y echándose flores constantemente (olvidando que su partido ha sido el más corrupto de este país), nos habla de honestidad, respeto, y que solo él puede volver España a una libertad que él cree se ha perdido. Me temo que no tiene ni idea de lo que significa la libertad o la democracia de las que tanto habla. Sería bueno que hablara más a menudo con las generaciones que lucharon para que ahora sí tengamos la libertad que tenemos. Los de un bando y los del otro. Igual comprendería mejor la España en la que vive. 

La política no se basa en el insulto, al contrario, es otra cosa que me temo desconoce. El señor Pedro Sánchez se ha convertido es una copia desmejorada del señor Zapatero: intenta decir lo que el ciudadano quiere oír, lo mima, y cuando ya no se da cuenta que no cuela, tira de medias verdades.

Podemos no está ni se le espera, está perdiendo por lo que nacieron y decían defender, que no era otra cosa que la lucha social. Pero queda claro que gobiernan solo por y para ellos y su memoria ha perdido lo que decían defender. Incluso están saliendo de unos y otros grupos políticos fósiles de etapas anteriores que vuelven al atril para decirnos como debemos vivir. Personajes que ahora viven de empresas privadas de forma realmente cómoda nos dan lecciones.

Quienes escriban estos discursos deberían probar de ser honestos con sus políticos, que no insultasen a nadie y miraran de ser verdaderos. Los ciudadanos que hemos crecido con la democracia que tanto ustedes les hacen mencionar en sus discursos, sólo deseamos que siga siendo una democracia creíble.  

Ahora tienen una gran oportunidad, se acercan elecciones y los veremos en mitin tras mitin. No mientan más, intenten no mencionar a los otros partidos, hablen del suyo y de cómo mejorarán las vidas del ciudadano, que es lo que el ciudadano exige ahora.