"Manuel murió solo, en la calle, apoyado en una pared"

Quisiera aprovechar esta ocasión no para pedir un minuto de silencio, pero sí mi total reconocimiento para Manuel.

Manuel era un sintecho que conocí hace varios meses. Era joven, no llegaba a los 40 años. Su estado de salud era tan precario que cuando le vi por primera vez pensé que, de seguir así, probablemente no sobreviviría muchos días más. Sentado en la acera y apoyando su espalda en la pared, hablé con él, y por sus propias palabras aprecié que no tenia ninguna razón para seguir viviendo. Le compré algo de comida, confiando en que de algo le ayudaría para recuperarse.

Al cabo de unas semanas, volví a pasar por el mismo lugar y allí estaba Manuel, en el mismo sitio y aún más deteriorado. Temiendo lo peor, llamé al servicio de urgencias explicando la situación, y se presentaron para recogerle. No supe nada más de Manuel hasta que un día me enteré de que había fallecido en el mismo lugar donde yo le conocí, sentado en la misma acera y apoyado en la misma pared.

Con esto me gustaría decir que nuestro sistema no funciona. Manuel, se merece el máximo reconociemiento de todos porque no tuvo ninguna oportunidad de cambiar su vida, lo que le llevó a vivir y a morir de esta forma tan terrible e injusta.

Manuel, quiero pensar que por fin has encontrado la paz que nunca tuviste en vida. Y, como imagino que donde quiera que estés, no te llegan noticias de este otro 'paraíso' llamado Tierra, quisiera informarte de que la exalcaldesa de Valencia y senadora, la Sra. Rita Barberá, falleció hace unos días de un infarto en la habitación de un hotel de 5 estrellas.

Descansen en paz