Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Malpaís: sin rayos y sin camino, la tierra helada"

El volcán de La Palma.

El volcán de La Palma. / EFE / MIGUEL CALERO

El volcán Tambora vomitó en 1815. Planchó pueblos enteros. La erupción más grande de la civilización eclipsó la luz, provocó lluvias, heladas y nieve. Causó el tifus y hambruna, por años alimentó disturbios. La escritora Mary Shelley parió a su monstruo durante esos meses, un hecho que dejó a medio mundo sin verano. Su Frankenstein es la representación viva de los miedos que nos acechan cuando se desprecia. Ese monstruo es un personaje trágico, víctima de rechazos tras su deseo de encontrar a alguien que lo acepte.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Algunas criaturas aprenden sucias lecciones, inhumanas, que juegan con las desgracias, se inventan enemigos y siembran odios con palabras feas. Aprovechan el espectáculo porque, como decía Guy Debord, ahora el 'show' cumple lo que la religión en la antigua edad media. Escenarios que convierten a algunos seres en mano vengadora que destruye todo lo que encuentra; como en esas protestas sin ideología, desenfocadas, que acaban en vandalismo. Eso no es obra de chiquillos sino de comunidades hostiles (o indiferentes) en un mundo limitado, que buscan el castigo como consuelo y se sirven de una salud triste y frustrada.

En la isla de La Palma, en 2019, el movimiento ecologista denunció la negligencia política y la incapacidad técnica en la gestión de sus residuos y vertidos ilegales: “vergüenza de una Reserva de la Biosfera”. La historia de la naturaleza avanza por mucho egoísmo que apresure catástrofes, vida huérfana de sentido. Hay un 33% de probabilidad de que se produzca un cataclismo como aquel en nuestro siglo, se comenta que muchos son por azar, pero hay datos de estudios recientes que pasaron desapercibidos por ser la pandemia una prioridad que ocupó la mayor atención. Una conclusión para estos graves sucesos es que se necesita vigilancia constante de largo plazo. Y prevención, que siempre llega tarde por mucha sostenibilidad predicada. Sin rayos y sin camino, la tierra helada, verso de Byron a propósito del Tambora.

Participaciones de loslectores

Másdebates