Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"En Madrid, Ayuso nos está dejando sin palabras y sin escuela, ni bomberos, ni médicos..."

Isabel Díaz Ayuso antes de la votación de los presupuestos.

Isabel Díaz Ayuso antes de la votación de los presupuestos. / EFE

Para gobernar Madrid hay que tener el punto de chulería necesario que exige bailar el chotis, sin moverse de la baldosa que se pisa; mantener el empaque y la elegancia personales, por muy fingidos que sean, en cualquier circunstancia; y no renunciar a la capacidad de reírse de los que no saben bailar y solo miran, entiéndase votan.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Era la marca de estilo de la 'señá' Esperanza, y de Alberto, el 'chico' de los Ruiz Gallardón de toda la vida, de Ignacio González, de Granados, de López Viejo, voraces especuladores de lo público. Saben mucho, más que nadie, sobre Madrid y los madrileños, nos llevan gobernando desde 1995.

Los candidatos socialistas, sin méritos de cuna, han tenido al menos méritos de cátedra, condición adquirida con esfuerzo individual, que los madrileños siempre hemos admirado (Tierno Galván, Joaquín Leguina, Tomás Gómez, Ángel Gabilondo), aunque no todos sepan reconocerlo.

Cristina Cifuentes, adalid de la nueva derecha 'trasparente' quiso apropiarse de ambos estilos cubriéndose de cremas faciales hurtadas y disimuladoras; mala idea, pero salió escaldada y sin máster universitario graciosamente regalado. Ayuso, sin cuna ni academia, ha vuelto hacia atrás, hacia los orígenes más depredadores del entramado, y nos está dejando sin palabras, ni escuela, ni bomberos, ni médicos. Óscar López dice que nos los devolverá, bueno.

Participaciones de loslectores

Másdebates