Lo que nos une a todos en un mundo tan diverso

Vivimos en un mundo diverso. Dependiendo del país en el que estés tendrás una cultura, comida, costumbres, lengua, sistema y forma de vestir diferente. Gozamos de tanta diversidad cultural que parece irreal que puedas volar en un avión a un país totalmente distinto y sentir que llegas a otro planeta.

Contamos con la habilidad y la tecnología para poder aprender idiomas de todos los lugares del mundo y de conectar con personas que se encuentran en la otra punta del globo terráqueo. Hoy en día, es fácil encontrar un grupo de amigos donde cada uno sea de un país diferente. Qué dicha, ¿no? Tener a un 'click' toda la diversidad que nos rodea.

Podemos ver películas, series, noticias y mucho más que no tienen nada que ver con nuestro país. Somos tan, tan diferentes y a la vez tan parecidos, que puede parecer irónico. Nos parecemos en que somos humanos, tenemos sentimientos y emociones. Compartimos las ganas de vivir o de morir, de conocer o de quedarnos en casa o el simple hecho de pertenecer a una misma raza. 

Sin embargo, parece que algo más que eso nos una. Algo mucho mayor. Lo que une a cada ciudadano, no importa del país que sea o la cultura a la que pertenezca, no es el hecho de ser humano sino el hecho de que no tenemos control de absolutamente nada. Compartimos la indiferencia de nuestros gobiernos, compartimos la frustración de vivir con la lengua amordazada. 

No es el hecho de ser humanos los que nos une, nos unen estas ganas de poder hacer algo a favor de nuestra libertad. Si hay algo que une al europeo, con el chino y el americano es aquella desilusión que corre por nuestras venas al ver las noticias.

Lo que nos une es nuestra necesidad de educación, esta necesidad de que todos sepamos que el que te enferma lo hace para poder venderte medicina. Vivimos en un mundo tan diverso que pertenece a unos pocos. Nuestra mayor similitud es que no nos damos cuenta de que ya ha sido suficiente.