Líderes políticos: de los hombres de Estado al patio de colegio

Apreciado señor Laborda: Leyendo su grito al cielo en forma de carta en EL PERIÓDICO y la respuesta que a usted le alarma tanto, no he podido por menos que contestar a su carta a este diario para calmar su inquietud.

En esta aldea global en la que habitamos hace mucho tiempo que la definición de la política a la que hace referencia se diluyó.

¿Qué es el bien común? ¿Un conjunto de acciones orientadas en última instancia a dar consideración al más fuerte, para no aplicar sus mismos métodos y hacerles sentir la exclusión, ante la amenaza de una gran parte de la sociedad cada vez más empobrecida económica, intelectual y éticamente? ¿Un conjunto de acciones orientadas en última instancia a dar limosnas en forma de compensación por los recortes y reformas laborales orientadas al beneficio y preservación de aquellos a los que ya les va bien y así poder decir que se gobierna para todos?

Lo de la "madera" en los políticos va a gusto del consumidor. Y sí, los líderes actuales ya no tienen el porte, el empaque, la solemnidad de los de antaño y casi se podría decir que la conducta de la clase política de hoy se asemeja más a la que se percibe en un patio de colegio entre estrategias y contraestrategias de posicionamiento.

Quizás si la gestión realizada por aquellos líderes de maneras intachables y distinguida oratoria a los que se denominaba hombres de estado (Sr. Suárez, Sr. González, Sr. Pujol, Sr. Serra, ...) se hubiera mantenido en el tiempo como una referencia a seguir, no habría surgido el espectáculo circense que presenciamos hoy en prácticamente todos los ámbitos de la vida pública.

La mayoría tenemos bastantes añitos ya de democracia como para obviar el espectáculo mediático y saber qué y no a quién votar. Solo espero que el partido o coalición que gobierne en la próxima legislatura no gobierne para todos y se limite a cumplir el programa por el que le eligieron sus votantes.

Y sí, los hombres de estado no están. Ni se les necesita, ni se les espera.