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Libertad de expresión: Cómicos ante la justícia

Darío Adanti y Edu Galán, de la revista ’Mongolia’.

Darío Adanti y Edu Galán, de la revista ’Mongolia’.

Hace unos días la representación teatral de los cómicos de Mongolia en La Rambleta estuvo a punto de ser suspendida por coacciones y amenazas de grupos ultraderechistas valencianos. Finalmente pudieron actuar bajo protección policial. Diez días antes, Dani Mateo tuvo que suspender su actuación en un teatro también en Valencia por el mismo  motivo, y aplazar su actuación hasta febrero próximo en otra ubicación. El propio Mateo tiene un proceso judicial abierto por la querella interpuesta por un sindicato policial a raíz del sketch de humor en el que se sonaba la nariz con una bandera.

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La libertad de expresión, y la cultura por extensión, están en grave peligro desde hace tiempo en nuestro país. Un claro síntoma de ello es que los  profesionales del humor o de la información sátira política se planteen incluso la autocensura en un momento dado. Este sería el comienzo del fin de la libertad.

Los intolerantes y antidemócratas boicotean a sus anchas representaciones teatrales tratando de coartar las libertades constitucionales, para lo cual no dudan en utilizar las amenazas y la violencia. Y uno de los colectivos que está en su punto de mira es el de los cómicos. Precisamente esos enemigos de nuestro sistema democrático se amparan en el mismo haciendo uso del poder judicial para intentar imponer su ideario autoritario, queriendo convertir, por ejemplo, un sketch de humor y satírico en un delito de odio y de  afrenta a la bandera y a España.

Urge una modificación de las leyes, concretamente de la llamada 'Ley mordaza', de manera que la Justicia deje de admitir a trámite querellas absurdas y anacrónicas, pues parece que ya no nos acordamos que ni siquiera en los años 80 se producían este tipo de persecuciones.

La democracia es el sistema en el que deberían cohabitar todas las sociedades, todos los pueblos, con sus virtudes y sus defectos, que los tiene. Pero en los últimos tiempos se cuestiona de tal manera por quienes comulgan con el autoritarismo y la línea involutiva -bajo el  abrigo de un régimen de convivencia que detestan- que genera un efecto contagio tan peligroso entre la población produciendo fenómenos como Trump, Orban, Salvini, Bolsonaro o Vox en España, como ejemplo alarmante más reciente. ¡Vivan la cultura y la libertad de expresión!

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